divendres, 17 d’agost del 2007

Sobre desplazamientos

*Nota del redactor*
Me vais a perdonar por la brasa que viene a continuación. Podéis elegir no leerla pero eso os convertiría en seres pusilánimes y no queremos que eso ocurra verdad? ;) ;) ;)
*Fin de la nota*

Muy buenas a todas/os!

Aquí va una reflexión personal sobre el tema de los coches, las motos, los transportes públicos, las bicis y los pies. Y quizás sorprenda viniendo de alguien que ha tenido 8 coches diferentes en 10 años. Decidme chaquetero... :) Como habréis leído previamente, un servidor se desplaza cada día al trabajo en bicicleta. Es un recorrido de 20 minutos por trayecto en el que da tiempo para pensar bastante, e inevitablemente uno llega a algunas ideas básicas en favor del uso de la bicicleta en los desplazamientos privados dentro de la ciudad. Es lógico que si hablásemos de desplazamientos más largos entre puntos muy distantes la cosa cambiaría mucho, pero no es el caso que nos ocupa.

1. TIEMPO: esta es la conclusión más evidente de todas. Si uso el bus y se da el caso de que no hay congestión de tráfico el recorrido de puerta a puerta requiere alrededor de 1 hora y 15 minutos. Si uso el metro -que incluye el desplazamiento a la estación más cercana- la cosa se reduce a unos 40 minutos si no hay problemas en las líneas, pero resulta que en esta ciudad la gente tiende a caerse a las vías, los trenes tienden a descarrilar y algunos descerebrados tienden a amenzar con depositar bombas por ahí. Por lo tanto, los 20 minutos que tardo en ir en bici ganan por goleada al transporte público, aparte de permitirme un roneo más en la piltra cada mañana :)

2. DISFRUTABILIDAD: ni que decir tiene que uno/a viaja más feliz sin tener que olerle el sobaco al prójimo que se aplasta contra tí, o sin tener que compartir el fétido aroma del pollo frito, y sin tener que aguantar a los borrachos comeorejas y/o gritones de los autobuses. Una/o puede disfrutar del aire fresco y el sol y la lluvia, deleitarse con la vida de los barrios y al mismo tiempo darse cuenta de que la ciudad NO ES TAN GRANDE en términos de distancia, sino que el transporte público es tan lento que parece que estés atravesando el Atlántico Norte cuando en realidad vas aquí al lado.

3. SALUD: para una persona cuyo mayor deporte últimamente era pasar el aspirador por la casa y cargar con la compra del super, pedalear se ha revelado como una forma ultra-efectiva de darle movimiento al cuerpo. El aguante físico que he adquirido de esta manera es notable. Los primeros días de ir en la bici llegaba al curro ahogao porque soy bastante burro y nunca consideré bajar el ritmo, pero después de un par de semanas ya llegaba fresco como una rosa. Y si comiese más proteínas, como hace Nacho, incluso adquiriría volumen muscular! :P

4. USO INTELIGENTE DE LOS RECURSOS ENERGÉTICOS: y aquí tenemos la piedra angular del asunto de la bicicleta. Mi cuerpo pesa unos 65 kilogramos, y la bici (con sus accesorios y mi cartera) pesa unos 15 kilogramos. Eso hace 80 kilogramos en total que se han de mover, y cada vez que tengo una cuesta arriba delante mío maldigo por la fuerza que tengo que hacer para superarla. Cada vez que el viento sopla en contra me cago en lo más sagrado por la fuerza que tengo que hacer para contrarrestarlo. Es en esos momentos en los que me hago consciente de la energía que hay que gastar para mover a una persona dentro de un coche que, en el mejor de los casos pesa 800 kilogramos y en el peor de los casos -afirmativo, me refiero a los malditos retrasados que conducen un todo terreno por la ciudad- pesa más de 2600 kilogramos. No soy físico profesional ni dispongo de los conocimientos necesarios para hacer cálculos exactos, pero así a ojo y teniendo en cuenta lo expuesto, yo creo que con la energía que necesita un coche para ir de un semáforo al siguiente yo me muevo todo el día con la bicicleta. Y no sólo eso, el origen de la energía que usa un coche es bastante más costoso en términos medioambientales y socioeconómicos que el de la energía necesaria para moverse en bici, que podría ser por ejemplo un inocente bocadillo de chorizo y un vaso de zumo.
Mención especial requieren los conductores de Ferraris/Porsches/Lamborghinis y similares. Eso ya no tiene nombre conocido, aunque la palabra "subnormal" me parece bastante adecuada.

5. ECONOMÍA: Puedes comprarte una bici nueva de mínima calidad desde 120 libras. No requiere de un seguro, no paga road tax, no paga peaje para entrar en la ciudad y tiene un mantenimiento que roza lo ridículo. En 2 ó 3 meses ya la has amortizado en comparación al transporte público, y desde luego comparado con el transporte privado a motor, la amortizas en el momento que pones las 120 libras sobre el mostrador de la tienda de bicis! Con la diferencia respecto a un coche te puedes pagar decenas y decenas de taxis cuando los requieras.


CONCLUSIONES: Como habréis observado, no he hecho comentarios sobre las motos o ir a pie. Las primeras suponen una gran ventaja frente a los coches en cuestión de tiempo necesario para los desplazamientos, en el gasto energético y en el espacio que ocupan, pero siguen en desventaja respecto a las bicis. Los pies son un gran medio de transporte si trabajas o estudias a 15 minutos de tu casa pero para mí quedan descartados si vas bastante más lejos. Total, que los coches están fuera de lugar y que el transporte público es cuando menos tedioso. De todas formas el bus es tedioso en gran medida por la cantidad de coches con la que tiene que "pelear" para llegar desde A hasta B. Eliminando los coches se dignificaría bastante el asunto.
Por otra parte, la humanidad puede estar eternamente buscando energías alternativas, renovables, limpias, verdes o como se las quiera llamar, pero si una vez las hallemos las utilizamos para propulsar vehículos de tonelada y media con un capullín dentro no creo que hayamos ganado gran cosa.

DEMANDAS: Evidentemente hacer demandas desde aquí es tan inútil como tirar piedras a los aviones o pellizcar los cristales, pero si de mí dependiese no existiría el carril bici. Existiría el carril coche. Que los "raros" sean ellos! Más lugares para aparcar las bicicletas, que estoy harto de buscar farolas por ahí para candar la mía. Restricciones severas para entrar con transporte privado en la ciudad y facilidades en los transportes públicos para aquellas personas con problemas físicos. Porque no está de más recordar que en London las estaciones de metro con acceso para discapacitados físicos se cuentan con los dedos de la mano.

Pero claro, las industrias del petróleo y la de la automoción mueven muchísimo dinero y mucha gente se gana el pan de cada día gracias a ellas. Qué dilema verdad? Qué pasaría si los gobiernos tomaran cartas en el asunto del cambio climático -más allá de llenarse la boca de bonitas propuestas y pintarlo todo de color verde- y gravasen el transporte privado de manera proporcional al problema que realmente supone? Si las mencionadas industrias tuviesen una gran bajada en la demanda, cuánta gente se quedaría sin trabajo? Se compensaría ese desempleo con la creación de puestos de trabajo en el sector del transporte público y eventualmente en la investigación de nuevas formas de organización de la movilidad? Ahora mismo me resultan preguntas sin respuesta pero en todo caso la gestión del asunto en general es una de las cagadas más grandes de la humanidad a mi entender.

Seguro que de aquí podrían salir muchas más ideas y más brillantes que las mías, y desde luego podéis hacer cuantos comentarios queráis y decir la vuestra.
También es seguro que me he olvidado muchos aspectos relacionados pero es que el tema da muchísimo de sí, como para escribir un libro o hacer un documental. De momento todo eso será para una eventual segunda entrega. Dadme tiempo para pensar mientras pedaleo entre los socavones del asfalto ;)

saludos del soso

PD: maldito sea Henry Ford JAJAJ! :D